sábado, enero 12, 2008

Doce becerrita

Hoy es 12. Hoy quisiera que leas algunos textos míos. Hoy me tiemblan las manos como cuando me temblaban en el Snack y de miedo te preguntaba que debía hacer. Hoy quisiera me tomes las manos y me des calma. Hoy te extraño. Hoy lo juro que lo hago. Hoy no quisiera que hayas dudado. Hoy no quisiera que le hubieras creido. Ya habia ocurrido algo parecido tiempo antes de nuestro 'doce' y mi orgullo no me permitió darte ninguna explicación ya que no debiste dudar de mi. Hoy quisiera que al leer esto que en realidad no tiene sentido ni cuerpo puedas saber donde esta mi otro blog, entres allí y me leas. Hoy quisiera que me digas que aun soy tu orgullo. No pido un globo más, no pido eso. Solo pido que me retrocedan el tiempo por Dios. Solo eso. Eso y nada mas. Eso y que te enojes cuando te despeino las cejas. Lo siento mucho pero es tanto el dolor que no puedo ni escribirte. Escribirte como el mensaje que borre en la madrugada cuando el recordatorio me martirizó. Hoy te doy un beso en la frente y te dejo ir. Hoy te veo conectada y muero por darte la direccion de mi otro blog. Hoy me acabas de pregunta: "y mis rosas?" No puedo abrir tu ventana, si esto va a ser así, me demoraré en abrirla y hablarte. Sabes? te tengo mucha colera. Mucha. Tus rosas se quedaron --aunque te aseguré que nunca perderías la costumbre de recibir un ramo-- entre los chismes y ridiculeces donde ahogaron nuestra relación.
Hoy te juro que derrepente aun te amo.
Debo salir te diré. Mientras, me quedo en el otro blog haciendome mierda. Más mierda.
Retrocedan el tiempo, lo imploro.
*Disculpa las faltas.

sábado, enero 05, 2008